Inteligencia Artificial. Llama la atención que ahora todo se resuelve más rápido y más eficientemente cuando usamos alguna de sus aplicaciones.
Simplemente, hay una de estas para cada cosa.
¡Jajajajaja! La cuestión es que también la están usando nuestros estudiantes y algunas personas se preguntan, si todo está en una App de Inteligencia Artificial, ¿Qué es lo que están aprendiendo nuestros muchachos?.
Como he sostenido desde hace años, hay que poner el foco en nuestras expectativas acerca de lo que están aprendiendo y de qué forma lo están aprendiendo.

¿Cuáles son las habilidades que en realidad requieren nuestros estudiantes para afrontar su futuro de manera exitosa?
¿Qué otras cosas, además de lo que tradicionalmente suponemos los educadores y padres, es lo que deben estar aprendiendo?
Lo que sigue en este artículo, es el fruto de una conversación de altura, con inquietudes de madre y de maestra, acerca del impacto de la Inteligencia Artificial en las escuelas actuales.
Hay preocupación sobre el uso de aplicaciones de Inteligencia Artificial por parte de nuestros hijos y alumnos.
Lo más importante es alinearnos con la idea de que no podemos estar en contra de algo que crece a una velocidad inentendible para nuestras mentes, acostumbradas a la educación tradicional.
En este sentido, más que luchar, hay que buscar la manera de hacer de estas aplicaciones nuestras aliadas y utilizarlas para generar recursos más provechosos para nuestros estudiantes y para nuestra propia labor docente.
Por ejemplo, podemos pedirle a Chat GPT que escriba un artículo para nosotros, sobre una obra literaria, en torno a ciertas pautas específicas con el fin de identificar posibles errores.
De esto se desprende, en primer lugar, que se requiere la capacidad para darle la instrucción precisa a Chat GPT y que tenemos que cuidar los aspectos éticos tan necesarios como ciudadanos digitales.
Si esto no ocurre, la tendencia es que el artículo que genera esta aplicación de Inteligencia Artificial contenga inconsistencias importantes.
Aja! Si esto es así, entonces una posible solución sería, pedirle que nos de las instrucciones precisas que la misma herramienta requiere para generar un artículo perfecto, según nuestras necesidades.
Ahhhhh! Ya la cosa cambia de claro a oscuro porque vemos que se requiere más de nosotros. Tenemos que producir ideas únicas para generar instrucciones para el Chat GPT.
Mmmmmmm! Y qué es eso? Tal vez se relacione con una habilidad denominada creatividad.
O tal vez se requiera exhibir algunas FUNCIONES EJECUTIVAS bien desarrolladas como la capacidad para priorizar.
Las herramientas tecnológicas avanzan a una velocidad que no podemos igualar los seres humanos.
Simplemente, no podemos pretenderlo. Esto no es una lucha por alcanzarlas, esto es un reto para imponer nuestras habilidades de modo de aprovecharlas más eficientemente.
E.M.
Y, de nuevo, lo que vemos es que se requiere el desarrollo de habilidades que sólo tenemos los seres humanos.
La creatividad, por ejemplo, no puede ser reemplazada por una máquina.
Las funciones ejecutivas sólo se desarrollan en la corteza prefrontal de nuestro cerebro y son inherentes a cada ser humano.
Son como una marca de agua, indeleble, que tiene cada uno y que nos hacen diferentes.
Ello significa que una máquina no puede replicarnos a todos.
Implicamos demasiados algoritmos.
E.M.
Planificación, toma de decisiones, planificación, memoria de trabajo, flexibilidad.
Estas son sólo algunas de esas funciones tan importantes para ser exitosos, para resolver los retos cotidianos.
¿Es ese el centro de nuestro trabajo docente?
Cuando respondas a esta pregunta tendrás la oportunidad de reflexionar acerca de tu labor de cada día.
Entonces, volvamos al rol de las escuelas.
Si yo, profesor, de biología, solicito a mis estudiantes una tarea en la que les pido que redacten un ensayo sobre la importancia de las Leyes de Mendel, será un pez bien fácil de pescar con Chat GPT.
Sin embargo, si le pido que, junto a sus compañeros de equipo, diseñe un juego, con fichas elaboradas a mano, con el que pueda hacer cruces genéticos en el laboratorio de biología, la cosa cambia.
Deberán comunicarse, planificar, buscar información, dibujar, colorear, diseñar escenarios, trabajar en equipo, sustituir a alguien si se enferma, exponer un resultado, en fin… deberán trabajar y exhibir habilidades.
De nuevo, vemos como es necesario ir mucho más allá de la mera información. Ya ese no puede ser el foco.
Ayudemos a los alumnos a ser hábiles para aprovechar las herramientas que tienen a la mano.
Eso no los hace menos que nosotros. No es que sean menos capaces.
Nuestra generación aprendió de un modo que es obsoleto para muchas áreas.
Entendamos que está bien, que hay que buscar nuevas estrategias.
Y ahí es donde son buenas las metodologías activas, por ejemplo.
Allí es donde funciona aprender sobre las mejores formas de lograr que nuestros muchachos guarden información de la que puedan echar mano cuando requieran resolver algo.
Definitivamente, esto no se logra con obligarlos a memorizar por memorizar.
Es familiar esta frase: «mis alumnos han olvidado lo que vieron la clase pasada».
E.M.
Esto no pasa porque tengan mala memoria, tampoco es su responsabilidad.
Por un lado toda la información está a un click de ellos, en Google.
Por la otra, tu como docente, probablemente no diseñaste una estrategia con actividades conducentes a un aprendizaje significativo.
Tenemos tiempo viendo como esto de las diferencias en el aprendizaje se avecinaba.
Sabíamos que nuestros muchachos estaban en una dimensión diferente, los cambios estaban ocurriendo.
Pues esto ya llegó y los cambios continuarán dándose, cada vez con mayor velocidad.
Veamos entonces una oportunidad.
¡Soltemos!
Enfoquémonos en habilidades, aprovechemos las herramientas tecnológicas e incorporémoslas a nuestro trabajo diario.
Salgamos de la casilla de la calificación, dejemos de pagarle por todo a nuestros estudiantes.
La evaluación de lo que aprenden ha trascendido a los exámenes y a las boletas de notas.
Comencemos a valorar el feedback, acompañémoslos más. Mostremos la importancia de la humanidad sobre las máquinas.
Coloquemos más interés en el trabajo de las funciones ejecutivas.
Y, ¿Cómo lo logramos?
- Creando comunidades de aprendizaje entre docentes, entendiendo que todos agregamos valor con nuestros conocimientos y experiencias.
- Capacitándonos permanentemente. La instituciones educativas tienen una oportunidad de oro de implementar programas de actualización para sus docente con lo cual se sientan más motivados al ver que aprenden cómo lograr una interacción más eficiente con sus estudiantes.
- Interesándonos en el bienestar emocional de los maestros desde la búsqueda del placer en la formación, permitiéndoles, por ejemplo, poner en práctica su creatividad, con lo cual fomentarán la de sus estudiantes.
- Promoviendo espacios de desarrollo de habilidades para los propios docentes, de modo que puedan transmitir con naturalidad lo que han hecho suyo con la propia capacitación.
Entonces, qué estamos esperando?
Aquí te espero para apoyarte y aprender juntos.
Emilia 🍎🍎🍎
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