¿Adaptación o costumbre?. Para algunos, en la cotidianidad de la vida, la línea es muy delgada y para decidir cuál seguir, se requiere, en verdad, sabiduría.
Los tiempos que corren en Venezuela han generado tantas reacciones como habitantes hay en ella. En ocasiones, estas reacciones expresan lo mejor de la gente y, en otras, no parecen expresar nada.
Sí, es eso, hay momentos en los que pareciera haber un letargo generalizado que hace que la gente solo viva sus días haciendo malabares para resolver la contingencia y esperar a lo que le depara el día siguiente.
Hace años se decía que no podíamos estar peor porque había escasez, el dinero no rendía, la delincuencia era galopante, y una decena de cosas más. ¿Y qué tenemos ahora? Tenemos todo eso, y peor. Pero eso no es lo peor. Lo peor es que dicen que estaremos peor.
Pudiera hacerse una crónica de hechos de cada día. Las noticias, vistas en redes sociales, la única ventana posible a la realidad, lo retratan minuto a minuto. Eso es la realidad, Venezuela está mal y seguirá empeorando. ¿Hasta cuándo? Nadie lo sabe a ciencia cierta, lo importante es saber que esto tiene un final. ¿Qué es tarde? ¿Qué es más temprano? No se sabe, pero esto, como todo, pasará.
Suena muy pesimista, nada más lejos de la intención de este post, pues…
Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
Es momento de aguantar con firmeza porque es esa cuota de sacrificio que debemos aportar como habitantes de este suelo, para que florezca una realidad de cosas buenas.
En la historia reciente del país no existe registro de una desventura similar. Este país, bendecido por Dios, aun con sus tragedias, no había vivido cosas como las de ahora. Estamos viviendo la tormenta perfecta en donde confluye todo lo mal hecho, por todos, durante décadas.
Y sí, todos tenemos a cuota de responsabilidad, de uno u otro modo, lo cual no significa que merezcamos lo que estamos viviendo.
En algún momento de la vida, los venezolanos, acostumbrados a estar bien, fuimos dejando que el deterioro se fuera apoderando de la sociedad, sin medir las consecuencias devastadoras que esto tendría.
Muchos aprovecharon la bonanza para amasar recursos inesperados, porque “había que hacerlo”. Otros simplemente no prestaron atención a las múltiples señales que iban apareciendo, por la razón que fuera.
Algunos, aún conscientes de los enormes daños que el país estaba padeciendo, sólo dejaron que las cosas siguieran su curso y, aun pudiendo hacer algo para detenerlo, no fueron valientes o sensatos para hacerlo.
La cuestión es que “ya no se puede recoger la leche derramada”. Por más que lo intentemos, siempre quedarán restos y ya no será la misma de antes. Toca preguntarse entonces, ¿hay que continuar lamentando el derramamiento de “la leche” o pasar la página para enfrentar los retos diarios con buena actitud?
La decisión…
Es así entonces como los venezolanos deben decidir si merece la pena sólo tener la costumbre de que ahora las cosas son así, o si hay que adaptarse para sobrevivir y sobreponerse a la debacle que estamos presenciando. Yo voto por la segunda opción.
La línea es delgada. Una parte del país ha vivido sin luz, sin agua, sin servicio de telefonía, sin internet por años. Hay quienes, incluso, no conocen lo que significa disfrutar de eso servicios. Para esas personas, vivir así es parte de su cotidianidad y sencillamente viven sumidos en sus carencias, muchos de ellos sin siquiera saber que hay un mundo mejor más allá de su condición.
En este momento, todo el país está sufriendo esas carencias y sus consecuencias. Unos en peores condiciones que otros, pero ahora todos padeciendo de lo mismo. Escoger entre acostumbrarse o adaptarse, es definitivo para vivir en la Venezuela que viene después que esto pase. ¡PORQUE PASARÁ!
Adaptación para resistir
Hay que adaptarse a las nuevas condiciones. Aprovechar de hacer los oficios de la casa cuando hay luz, guardar agua cuando se logra conseguir, hacer la tarea con los niños en casa iluminados con velas, con el argumento de que hacerlo así tiene su toque de romanticismo.
Sí, hay que estar en permanente adaptación porque si no la vida se vuelve más pesada y engorrosa de lo que ya es. El constante cuestionamiento le resta energía a la buena voluntad y resta la fortaleza que hay que tener para afrontar las dificultades.
En esencia, eso se llama tener fe. Significa creer en lo que no se ve. Es tener la convicción de que esto pasará y que nos convertirá en fuertes y sabios luchadores capaces de materializar aportes tan valiosos al país, que lograremos hacerlo uno de los mejores y más avanzados del mundo.
La mayoría de los venezolanos somos buenos en lo que hacemos: creativos, perseverantes, luchadores, compasivos. Muchos de nosotros aún conservamos los valores con los que fuimos criados. Esos que dicen, por ejemplo, que el trabajo es fundamental para hacer una sociedad de bien. Esos que rezan que, siendo responsables, bien educados y honestos, lograremos construir una civilización de progreso y armonía.
¡Es el momento de responder!
Pues, en estos momentos, se nos está poniendo a prueba. Nuestra templanza, nuestra paciencia, nuestra buena voluntad, nuestra empatía, nuestra solidaridad, nuestra afectividad, nuestra inteligencia. Todo eso está siendo sometido a duras pruebas. ¡Pues es momento de responder! Es momento de echar mano de esas reservas que no se acaban nunca porque forman parte de nuestro gentilicio para soportar.
Esto pasará. Esto pasará y, cuando pase, renaceremos como el ave fénix, fortalecidos y llenos de esperanza, con la certeza de que convertiremos a este país en ese en el que podamos volver a vivir TODOS, como seres humanos que somos, sin que la política vuelva a separarnos. Rescatando los valores que cimientan esta sociedad en lo más profundo de ella.
La decisión es adaptarse y no acostumbrarse. Lo segundo es para perdedores, lo primero es para ganadores, para luchadores.
¡Mucha fortaleza Venezuela!. Más temprano que tarde, saldremos de esto.
Mientras eso pasa, aprendamos de cada segundo vivido para entender que, aunque es de humanos equivocarse, es de sabios volver sobre las equivocaciones y crecer. Sólo de este modo, el enorme sacrificio que estamos ofreciendo, no será en vano.
Mientras la tormenta perfecta siga entre nosotros, forjemos el carácter y la templanza. Eso hará de nosotros los constructores de esa nueva sociedad, de esa nueva política, de esa nueva economía que tanta falta nos hace y que nos hará levantarnos desde las cenizas.
Mirando hacia adelante…
Los que se han ido, regresarán. Lo harán con la visión amplia de mundo que han logrado tener en su tiempo fuera de estas fronteras. Volverán a ayudar a la reconstrucción, con sus conocimientos y con sus ganas de reproducir acá lo bueno que hay por el mundo. Lo harán porque aquí está su terruño, están sus raíces, están sus orígenes.
Es sólo cuestión de tiempo y de mucha esperanza. ¡Mucha esperanza!
Veremos renacer a este país y, cuando eso pase, veremos atrás y diremos: ¡VALIÓ LA PENA!
¡Dios nos bendiga!
Emilia Montero
16 comentarios
Arianaendoza · abril 5, 2019 a las 1:44 am
Ok! Creo que te comenzaré a seguir desde ahora jejeje… A medida que avanzaba en la lectura sentía mariposas en el estomago, esas que sólo aparecen cuando siento miedo de no saber si puedo cubrir las expectativas ante una situación pues soy muy terrenal y la mayoría del tiempo «si no toco, no creo» pero a pesar de ser así también tengo la convicción de que Dios siempre provee y en momentos como este (mariposas, miedo) pongo todo en sus manos y lo único que le pido es que no me suelte.
Esta situación nos ha hecho reflexionar muchísimo sobre lo que hacemos y lo que queremos hacer, ¡nada fácil! Porque la incertidumbre y el mantenerte entretenido en que será mañana no te permite proyectarte o visualizarte en el futuro mucho más cuando ves tu entorno, y sientes que la linea delgada entre esa adaptación y la costumbre se pierde quedando sólo la costumbre… Da miedo, que pase mi vida en medio de ésta línea sin conocer lo que hay más allá o cual es mi propósito al estar aquí (para que nací), no pierdo la esperanza de saber esto y por eso cada día pido más fe para no sólo creer sino convencerme de que esto pasará, porque así siempre es, ya que es la forma en que Dios purifica el alma de las personas y limpia la obra del hombre en el mundo.
Emilia Montero · abril 5, 2019 a las 10:10 pm
Wow mi Ari!!!! ya creo que fue profunda tu reflexión. Esas conversaciones diarias nos sostienen para seguir! Veremos el final de este desastre y será muy pronto!!! Ya verás.
Ariana Mendoza · abril 5, 2019 a las 9:48 pm
♥♥♥ Es bueno saber que por aquí también te escucho..
Emilia Montero · abril 5, 2019 a las 10:10 pm
Love you so much!!!!
Emilia Montero · abril 8, 2019 a las 8:30 pm
Jajajajaaj! Siempre!!!
Karla Aliosha Alvarez Del Corral · abril 5, 2019 a las 11:38 pm
Que descripción tan exacta, directa, explicita y perfecta de lo que vivimos los venezolanos tanto los que nos hemos ido, como los que siguen adentro resistiendo con la mejor resiliencia posible. Gracias por cada palabra y oración aquí expuestas Emilia, y por supuesto que coincido contigo es mucho mejor e inteligente adaptarse que acostumbrarse. Te abrazo grande.
Emilia Montero · abril 8, 2019 a las 8:30 pm
Te abrazo también mi muy querida Karla de la luna.
Un super abrazo! Gracias por leerme.
Leonardo Castillo · abril 6, 2019 a las 1:37 am
Me quedo con esta frase; «tener fe. Significa creer en lo que no se ve. Es tener la convicción de que esto pasará y que nos convertirá en fuertes y sabios luchadores capaces de materializar aportes tan valiosos al país, que lograremos hacerlo uno de los mejores y más avanzados del mundo».
Soy fiel creyente de que la adaptación es la clave de tener éxito, ya que te permite analizar el escenario actual y preparate para los posibles escenarios futuros.
Emilia Montero · abril 8, 2019 a las 8:29 pm
Así es mi tan querido Leo! Veremos el fruto de lo que ahora nos cuesta tanto.
Un abrazo!!!
Michelle sarmiento · abril 6, 2019 a las 12:22 pm
Gracias por este mensaje ….. paso por un proceso fuerte emocional … en momentos me siento súper fuerte y de pronto pum caigo con tantas casos que veo … pero para adelante !!! Si podemos !!! Gracias
Emilia Montero · abril 8, 2019 a las 8:28 pm
Claro que sí podemos! Tengamos mucha fe, sólo eso nos sostendrá.
Mil gracias por leerme.
Saludos.
Arthur · abril 8, 2019 a las 3:19 am
Impresionante la conjugación de ambos verbos y la aplicación a nuestra realidad. Felicitaciones
Emilia Montero · abril 8, 2019 a las 8:09 pm
Gracias!!!
Aymé Visconti · abril 8, 2019 a las 1:09 pm
Gracias por tu sacrificio. Gracias porque los que se han quedado están haciendo lo que los que nos fuimos no podemos hacer. Admiro tu valentía y tu resiliencia. Tqm ❤
Aymé Visconti · abril 8, 2019 a las 1:15 pm
Gracias por tu sacrificio. Gracias porque personas como tú están haciendo lo que los que nos fuimos no podemos hacer. Admiro tu valentía y resiliencia. Tqm ❤
Emilia Montero · abril 8, 2019 a las 8:27 pm
Que bella! Dios sabe por qué hace las cosas y por qué a algunos nos está tocando esta prueba. Lo que sí se es que saldremos adelante y lo seremos mejores.
También te quiero full… Gracias! besos!!!!